Doña Procrastinación. Mi falsa amiga.
Doña Procrastinación. Mi falsa amiga.
Seguro que habrás escuchado en más de una ocasión el término “procrastinación” Es un concepto de moda, especialmente en los textos y libros de crecimiento personal. En este post, en lugar de darte una definición de procrastinación, la vamos a presentar como si fuera el personaje protagonista de un cuento o novela.
Una anciana eternamente joven
Doña Procrastinación es una mujer mayor, aunque parece gozar de una eterna juventud, como si el paso del tiempo no se reflejara en su cuerpo, pareciendo que hubiera dejado de transcurrir.
Su moreno rostro, del cual destacan sus dos ojos marrones y su cálida mirada, nos transmite una cierta sensación de seguridad, confianza y confort. Además, su larga nariz le permite olfatear cualquier clase de reto, problema o tarea.
Sus grandes orejas le confieren otra de sus principales cualidades: saber escuchar. Con su andar pausado y cansino, es capaz de contagiarnos su palmaria parsimonia. A pesar de ello, su hablar es firme, y suele resultar bastante convincente para aquellas personas que se deciden a escucharla.
Con sus manos grandes, nos hace ademanes de pausa, de tranquilidad, de “no pasa nada”, porque ella siempre va a estar presente, preparada para protegernos.
Siempre protectora
Trata de mostrarse siempre como una persona protectora, con una marcada actitud maternal. Siempre está dispuesta a darnos sus consejos. De esta manera, ante cualquier problema o reto que nos asalta, ella acude presta, a fin de proporcionarnos esa sensación de seguridad y protección que consciente o inconscientemente buscamos. Para ello, no duda en darnos “vicios” y placeres, en aras a “entretenernos» y postergar la afrontación del reto. Nos dice que no tengamos prisa, que ya encontraremos el momento adecuado. Nos narcotiza, haciéndonos olvidar temporalmente el problema. Nos dice lo que queremos oír. Nos mantiene dentro de nuestra zona de confort.
No obstante, tras esa falsa sensación de seguridad, en realidad, cuando “despertamos”, tomamos consciencia de que el problema no está resuelto. Por el contrario, solamente hemos pospuesto su resolución y en la mayoría de ocasiones se ha visto agravado, lo cual nos produce una sensación de apatía, ansiedad, carga de culpabilidad o arrepentimiento, activando nuestras emociones negativas y sumiéndomos en una sensación de caos.
Su vida social
Doña Procrastinación viaja por el mundo ofreciendo falsas ilusiones. Es íntima amiga de Don Miedo, a quien siempre pide consejo y ofrece sus servicios a los clientes de aquel.
En sus relaciones sociales, huye de cualquier tipo de compromiso que amenace su libertad. Le aterroriza salir de su zona de confort. Sufre y enferma cuando observa objetivos y metas claras en las personas. Muere cuando existen fechas límite, compromisos claros y pequeños logros diarios.
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