La importancia del autoconocimiento

¿Te conoces lo suficiente?

¿Quién soy? Es una de las principales preguntas que debemos hacernos, dado que el autoconocimiento se configura como el origen de cualquier actividad, reto, proyecto que deseemos realizar en nuestra vida (personal, familiar, profesional, …)  De ahí su significativa importancia. Se trata de reflexionar y buscar en nuestro propio interior.

¿Cuántas veces nos han formulado esa pregunta? 

Probablemente más de una.  Recordemos aquellas entrevistas de trabajo, en las cuales la persona entrevistadora nos realizaba preguntas del tipo “¿Cómo se definiría usted”? ¡Vaya pregunta! Probablemente muchas personas nos hayamos quedado sin respuesta en más de una ocasión.

La dificultad de autodefinirnos

Parecemos muy ágiles definiendo a nuestros amigos, vecinos, personas famosas, pero ¿y definirnos a nosotros/as mismos/as? Nos cuesta mucho esfuerzo y dolor. En la mayoría de los casos, nos limitamos a dar respuestas vagas, autobiográficas, pero sin una idea clara.

Cuando tratamos de autodefinirnos, inmediatamente nos vienen a la cabeza los defectos que creemos tener (yo no sé, soy incapaz, no puedo, no puedo cambiar, soy demasiado mayor, muy joven, soy torpe,…) pero rara vez sabemos enumerar nuestros aciertos y puntos fuertes, que también los tenemos, y seguro que son muchos, probablemente porque se nos ha educado para esconder nuestras virtudes. Hablar algo positivo acerca de nosotr@s mism@s se ha considerado de mala educación. Como consecuencia de ello, en la mayoría de las ocasiones, nos otorgamos un valor más bajo del que realmente merecemos.  Con excesiva frecuencia, nos dejamos llevar por la opinión de otros, cuya opinión es importante para nosotros, que “se permiten valorarnos”. Incluso puede tratarse de personas que nos quieren, y probablemente lo hagan con buena intención. Pero no tienen ni los conocimientos ni la experiencia adecuados para darnos una valoración de calidad. Tal vez, estén expresando sus propios temores o miedos.