“Pourris gâtés”, reseña
“Pourris gâtés”, reseña
“Pourris gâtés” (en español conocida como «Ricos y malcriados» o «Ricos y mimados») es una comedia francesa que llegó a Netflix en el año 2021. El film cuenta con la dirección de Nicolás Cuche y está protagonizado por Gérard Jugnot , Artus, Camille Lou y Louka Meliava.
La trama cuenta la historia de Francis Bartek, un millonario que está harto de que sus tres hijos malgasten su fortuna y decide hacerles creer que están totalmente arruinados, obligándoles a “agarrar la pala” (esta expresión es un argentinismo muy de moda, la frase no es literal, es un imperativo que se usa para mandar a trabajar).
Mirá el trailer y enterate más:
Mi opinión: Comedia mediocre de humor predecible
La propuesta no es ambiciosa, al contrario, es bastante básica y solo pretende que el espectador se ría, pero casi no lo logra. Lastimosamente esta producción nada tiene que ver con las grandes comedias francesas, está llena de clichés y es muy predecible.
Tengo sentimientos encontrados con el flojo guión, a cargo de Gary Alazraki, Nicolas Cuche, Patricio Saiz, Laurent Turner y Adrian Zurita. Mi duda es si la deficiencia narrativa es responsabilidad de esta versión o si también es parte del libro original, ya que es una adaptación de la película mexicana “Nosotros, los Nobles”. Tendré que verla y comparar.
En un principio me costó empatizar con los excéntricos protagonistas. Algunos personajes son muy caricaturizados (demasiado para mi gusto) y las situaciones algo forzadas, por momentos se vuelve incómodo de ver. Los hermanos son un rejunte de estereotipos: la chica bonita, superficial y caprichosa, o el «gordito» poco atlético, y el galán mujeriego.
El flojo guión revela que las actuaciones son buenas, porque los personajes logran ser irritantes, calculo que ese era el propósito del director. Sin dudas el personaje menos logrado fue Juan Carlos (Tom Leeb), un argentino fanfarrón y vividor. Aclaro, no todos los argentinos hablamos como el personaje, esa representación es del estereotipo del porteño, es decir, solo de Buenos Aires.
Si bien el humor por momentos es muy infantil y chato, debo decir que en pocas escenas logra ser graciosa, pero hay que entrar en el código de la exageración, como si fuera una caricatura para adultos.
Está mal, pero no tan mal:
Cuando la comedia sale de la fantasía y el cliché, aparece un tono dramático y más creíble que se agradece… una bocanada de aire fresco, muy necesario. Allí, los protagonistas se ven atravesados por necesidades económicas, y se puede apreciar un matiz diferente en las actuaciones, por fin los personajes crecen. Una vez que se ven obligados a enfrentar los problemas de cualquier persona de clase trabajadora, las interpretaciones empiezan a brillar, sobre todo los papeles de Francis (Gérard Jugnot) y mi favorita, Stella (Camille Lou). Ella transita perfectamente la comedia y el drama. La propuesta logra entretener cuando los hermanos salen de la zona de confort y la historia se convierte en una interesante sátira de la superficialidad.
El final no sorprende, pero sirve para pasar el rato.
Dentro de lo positivo destaco a la parte técnica: una gran dirección, buenas tomas, excelente fotografía y bellísimos paisajes.
Mi Puntaje: 5
Opinión y crítica de David Nicollier.
Si te ha gustado este post, échale un vistazo a la reseña de “Todos los días la misma noche» o también de “Mediterráneo, basada en una historia real”.