“El legado del diablo”, crítica sin filtros
“El legado del diablo”, crítica sin filtros
A fines del 2018 se estrenó “Hereditary” o “El legado del diablo”, una película de terror norteamericana, dirigida y escrita por Ari Aster, una eminencia en el género.
La obra recibió muy buena aceptación del público y de la crítica, este dato fue determinante a la hora de elegir entre tantas opciones en las plataformas. Mi error fue ir con muchas expectativas, y como pasa en el cine, también pasa en la vida, es mejor verla sin tantas pretenciones.
Actualmente el film se puede ver por Netflix en latinoamérica y por Amazon Prime en España. La película cuenta con las actuaciones de la versátil Toni Collette, acompañada de Gabriel Byrne, Milly Shapiro, Alex Wolff y Ann Dowd. A continuación dividiré la obra en dos partes, una muy buena, y la otra, olvidable.
Mirá el trailer:
Primera parte: el acierto de las sutilezas
La película es larga, pero su primera hora se hace llevadera (a comparación de la última parte). La primera parte es interesante, estuve atrapado queriendo entender la relación de los extraños sucesos con los personajes.
Me gusta cuando se utilizan pequeños recursos creativos, y no se recurren a grandes efectos visuales o sonoros para asustar, como el sonido que hace la niña con la boca, es un recurso tan simple pero que genera un gran impacto.
En esta primera etapa, Aster, estuvo muy atinado con la decisión de contar lo sobrenatural con sutilezas: el manejo de los silencios, por un lado, que se vuelve un factor principal para esta cinta, y por otro, las creativas tomas, que quedan muy bien al relato y no molestan al espectador, porque no se abusa de ellas.
El elenco me parece maravilloso. Toni Collette está increíble, transmite como nadie la depresión, la angustia, el miedo y la paranoia. Gabriel Byrne está muy correcto interpretando a ese hombre parco. Pero debo reconocer que el gran hallazgo está en los protagonistas jóvenes. Para mí la revelación es Milly Shapiro, esa niña seria y misteriosa, que transmite miedo con solo una mirada. Su actuación es brillante, sus escenas generan ansiedad y nervios. Otro gran acierto del casting es su hermano, Alex Wolff, su personaje es muy convincente. La escena clave de los hermanos en el auto es muy fuerte y mi favorita.
Última parte: Menos es más
Todo lo sutil y discreto que destaqué anteriormente, desaparece, se pierde la magia del misterio. Es como si la película hubiera cambiado de director en la mitad y el nuevo decide cambiar el enfoque y que todo se vuelva exacerbado y exagerado.
Siento que esta parte subestima al público, no deja nada librado a la imaginación del espectador y se muestra todo tan explícito, como cuerpos desnudos, otros cremados, flagelaciones, no sé, creo que “menos es más”, se puede generar miedo sin tanta grandilocuencia. Todo lo sórdido que se venía construyendo lentamente en el relato se torna bizarro, estridente y hasta escatológico.
Entiendo que hay que cambiar el ritmo para sorprender al público y que no sea monótona toda la historia, pero hay matices que se pueden usar sin caer en recursos tan trillados, como el abuso de escenas morbosas y efectos especiales. En lugar de miedo, ver a los personajes volando, trepando por los techos, me genera rechazo. Con tan buenos actores se pudieron hacer escenas que estén a la altura.
Repito lo mismo que dije al principio, la película no es mala, pero el error es que uno se adentra a ella con muchas expectativas. Igual el arte es tan subjetivo, lo que a unos asusta a otros no, y viceversa; todas las voces son válidas, no es una verdad absoluta. Te recomiendo verla y que saques tus propias conclusiones.
Mi Puntaje: 6
Opinión y crítica de David Nicollier.
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