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Perseverancia y Constancia

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Perseverancia y Constancia

Hace tres semanas que no comparto nada en Isimylo.com. Aparte de perder a un familiar directo, el constante trabajo exhaustivo y un par de cambios personales inesperados, también he tenido bastante tiempo para reflexionar sobre algo que llevo escuchando durante varios meses y que me molesta demasiado, más aún, cuando se trata de mi vida personal.

Estoy acostumbrado a que hagan comentarios sobre mí, tanto de forma positiva como negativa. Eso no me afecta, puesto que es algo con lo que creo que hay que convivir y que cada uno debemos aceptar, pues pienso que todo lo que cada uno haga, no tiene por qué gustarle al resto de la humanidad. Las personas tenemos el derecho de opinar y de expresar los gustos personales. Lógicamente, me quedo siempre con todo lo positivo, que es lo que me anima y me impulsa a levantarme cada mañana para trabajar en lo que más me gusta: la música y la escritura.

Como digo, llevo un tiempo leyendo y escuchando opiniones sobre el trabajo que vengo desarrollando en los últimos treinta y dos años de mi vida. He tenido que soportar críticas sobre que mi labor es falsa, que exagero o que miento, que presumo de mis logros personales o que mi trabajo no es un trabajo digno, ni serio ni dedicado. Que soy un vividor o que me he aprovechado de ciertas personas para conseguir una meta, un puesto de trabajo o simplemente dinero.

Hay personas que consideran, que mi trabajo actual no es veraz, que copio mis artículos e incluso que plagio mis propias composiciones, las cuales están registradas en los correspondientes estamentos privados y en la editorial para la que trabajo. También son capaces de juzgar la importancia de la ocupación que desarrollo, por el simple hecho de la cantidad que pueda cobrar o no cobrar por realizarlo. Les preocupa la capacidad que pueda tener, la formación que haya tenido o mi experiencia en los dos ámbitos que defiendo a diario: 24/7/365…

Pues bien, para mí, todas esas cosas que tanto inquietan a ciertas personas, no tienen la menor importancia. Lo único que sé y que puedo decir, es que mi manera de expresar todo lo que siento cada día de mi existencia, lo hago así, a través de la música y de la escritura. Considerando que ello, es válido para ganarme la vida y que no hago daño a nadie, que no me aprovecho del dinero de nadie y que no me interesa, ni un milímetro, la vida de los demás; sería bastante más feliz de lo que ya soy, sabiendo y comprobando que a esas personas que tanto se ceban conmigo, hicieran lo propio hacia mi persona.

No tengo nada que demostrar a nadie y no debo nada a nadie. Como cualquier trabajador, intento tener una vida constante y cómoda, cumpliendo con todos los objetivos que pueda conseguir para mí y sobre todo para mi familia. He logrado sacar a dos hijos adelante hasta que han sido capaces de valerse por sí mismos, he tratado de ser un padre ejemplar, aunque siempre he creído que podría haber hecho algo más y mejor. Siempre que puedo, sigo ayudando a mis seres cercanos, pero no tolero que desde dentro de mi corazón, además, muchos de los que hablan mal de mí, sean de mi propio círculo y cercanía. He llegado al nivel de estudios que he creído conveniente y al que he podido llegar, siempre trato de formarme más cada día y de aprender. Todo lo que pongo en mi currículum musical, es cierto y jamás he mentido sobre ello. Nunca he cobrado favores desleales ni he vendido a un amigo, pareja o a nadie, en general. Es algo que no puedo demostrar, pero que escribo y firmo aquí, como en todas mis columnas. Es algo que puede creerse o no creerse. No he pisado la mano de un compañero ni he arrebatado la oportunidad de trabajo a otro colega, simplemente he sabido esperar, pujando como los demás. Si me ha llegado un premio o un logro, considero siempre que es porque lo he merecido y estoy orgulloso de ello, no me hace falta presumir de ello.

Da igual si cobro por lo que escribo en Isimylo.com, las canciones que publico en Ascanio Publishing o mi trabajo como productor, arreglista y compositor, en Dilo Records. Mi imagen es pública y está al alcance de quien quiera conocerla. No escondo nada. Muchas veces no cobro nada por muchos trabajos que hago al año o cobro cantidades como por ejemplo 6€, en algo puntual y que me lleva más de un día de trabajo, y es algo que hago con mucho gusto, porque a veces considero que todo no tiene una cifra o un valor monetario, más bien, la recompensa, es hacer lo que uno considera que es fructífero espiritualmente, también creo que todo el mundo tiene derecho a tener sus cosas, musicalmente hablando. No me considero un Robin Hood para nada, pero sí me siento muy satisfecho, si con mi colaboración, consigo que alguien pueda tener algo más de lo que tenía antes de mi ayuda. “Idiota, tonto, ignorante, pringao…”, son cosas que me dicen, solamente por el hecho de hacer estos favores que tanto me satisfacen. Todo lo que he hecho y lo que he podido conseguir, ha sido por dos cosas: perseverancia y constancia.

Cuando escribo una columna en este magazine, me siento pleno y dichoso, encuentro la felicidad y es lo que importa para mí, no el hecho de que pueda cobrar unas u otras cantidades por hacerlo. A nadie le importa, yo me siento realizado. Agradezco la oportunidad a quienes han querido contar conmigo, les llevo en mi corazón a cada momento. Es verdad que no soy periodista ni tengo una carrera universitaria, pero si me han dado la oportunidad de estar en tres empresas para tener colaboraciones y cargos que considero muy importantes, creo que será porque algo he demostrado. Soy de los que piensan que la suerte no influye en estas cosas, sí lo hacen los dedos que señalan a inútiles que están en otros cargos más importantes que los que yo desarrollo, sin embargo, a ellos no se les critica, por el simple hecho de que salen en la radio o en la televisión, con muy buena apariencia. A mí eso y ellos me dan igual, pero para comparar, estamos todos.

Simplemente, quiero dar las gracias a quien considera que mi trabajo es algo positivo y elaborado, como he dicho antes. Mi más humilde admiración para ellos. También, de alguna manera, agradezco a las personas que no les gusta nada y que vienen cargando contra mí en los últimos tiempos, es algo que me sirve para superarme constantemente y cada día. Siento comunicarles, que mientras me encuentre dentro de mis facultades físicas, mentales y espirituales, lo seguiré haciendo; con ilusión, en mi nube, en mi cuento, con mi historia y sobre todo, siempre… con una enorme sonrisa.

¡¡GRACIAS!!

Dedicado a Sagrario Collada Lorente, descansa en paz… Te quiero, siempre.

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