Don Miedo, ese seductor.
Bajo la apariencia de un exceso de amor paternalista y proteccionista, Don Miedo esconde su desagrado por el crecimiento y la evolución personal y profesional de las personas,
Un tipo atractivo
Don Miedo es un varón alto, atractivo, con los aires propios de un galán seductor que en tantas películas hemos visto. En su ancho rostro, destacan un par de ojos negros, penetrantes, portadores de una mirada cautivadora, capaz de derretir a la más resistente alma de acero. Su permanente y misteriosa sonrisa resulta irresistible para la mayoría de sus víctimas.
Su cuerpo está cubierto por una piel morena, depilada, fina como la deslizante arena de la playa. Se trata de un hombre alto, de más de metro noventa. Su caminar es sólido, propio de una persona segura de sí misma. A cada momento, sus enormes manos parecen estar a punto de atrapar a otra de sus víctimas.
Cuando habla, lo hace de una manera pausada, alargando sus frases, cargadas de misterio y suspense. Su tono de voz, penetrante, evoca un cierto misterio de las noches de Halloween. Envuelto en una mística melodía de sirenas, puede llegar a resonar en cualquier mente durante horas y horas, incluso días.
Maneja diferentes tipos de vestuario: Unas veces, usa traje y corbata, lo cual le da un sibilino encanto que le permite esconder sus verdaderas intenciones. En otras ocasiones, viste sport, lo cual le otorga un aire más relajado, amigable y cercano, lo cual puede provocar un exceso de confianza en sus potenciales víctimas y reducir su nivel de consciencia acerca del peligro que les acecha.
Un ser superior y protagonista
Don Miedo, se siente un ser superior. Se considera a sí mismo un dominador. Le encanta mostrar su poder. Pretende hacer que “el mundo gire en torno a él”. Viaja a lo largo y ancho de los cinco continentes y visita a personas de todas las nacionalidades, condiciones y etnias.
En cuanto a sus relaciones, suele desenvolverse y mezclarse con todas las clases sociales, dado que puede adoptar diferentes papeles. A las personas adineradas, trata de asustarlas vaticinando una posible pérdida de su fortuna. Mientras tanto, a las clases desfavorecidas, trata de arruinarles sus esperanzas de salir adelante, pronosticando su muerte por escasez. Tiene, además, una magnífica relación con los grandes núcleos de poder político y social, los cuales demandan sus servicios con relativa frecuencia.
Le gusta ser consultado permanentemente en la toma de decisiones de las personas. Posee un marcado carácter conservador e inmovilista. En la mayoría de las ocasiones, lo manifiesta mostrándose como un padre protector, que vela por nuestra vida y nuestra seguridad. Pronuncia frases tales como “más vale malo conocido que bueno por conocer”, o “más vale pájaro en mano que ciento volando” Crea narraciones como el Cuento de la Lechera. Da continuamente consejos de por qué no hacer las cosas, o de por qué no dar un paso al frente.
Bajo esa apariencia de amor paternalista y proteccionista, Don Miedo esconde su desagrado por el crecimiento y la evolución personal y profesional de las personas, lo cual tratará de imposibilitar por todos los medios. Siente que dicho crecimiento supone su propia derrota y humillación.
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