¿Conoces a tu niñ@ interior?
Tu niñ@ interior es una parte de ti. Conocerle y conectar pueden resultar una fuente de creatividad, espontaneidad y diversión en la vida adulta.
El término «mi niñ@ interior» hace referencia a una parte de la psicología que representa los recuerdos, experiencias, emociones, y aspectos de la personalidad que se desarrollaron durante la infancia. Es una parte de ti. Es la que lleva consigo la inocencia, la curiosidad, la alegría y la imaginación que solías tener cuando eras niñ@. En el contexto de la psicología y el crecimiento personal, se utiliza para describir la conexión emocional que una persona adulta puede tener con su yo más joven y vulnerable.
Puede resultar una fuente de creatividad, espontaneidad y diversión en la vida adulta. Conectar con esa personita puede ayudarte a recordar lo que te hace feliz, explorar tus pasiones y encontrar una sensación de asombro en el mundo.
No obstante, nuestro “niñ@ interior” puede contener tanto recuerdos felices y positivos como experiencias dolorosas y traumáticas de la infancia. A medida que crecemos, estas experiencias y emociones quedan incorporadas en nuestro subconsciente en forma de creencias y pueden influir en nuestras acciones, comportamientos y relaciones en la vida adulta.
Algunas personas pueden encontrar útil conectarse con su “niñ@ interior” como parte de un proceso terapéutico para abordar traumas pasados, superar bloqueos emocionales o comprender mejor ciertos patrones de comportamiento. Reconocer y sanar a “esa criatura” puede ayudar a desarrollar una mayor comprensión y empatía hacia uno mism@, permitiendo así un crecimiento personal más profundo.
Estas son algunas de las formas en las que puedes conectarte con tu niñ@ interior:
Juega: Dedica tiempo a actividades lúdicas y creativas que te gustaban cuando eras niñ@, como pintar, dibujar, construir bloques o jugar a juegos de mesa. Permítete experimentar y divertirte sin preocuparte por los juicios o expectativas externas.
Recuerda: Reflexiona sobre tus recuerdos de la infancia. Piensa en las cosas que te hacían sentir emoción, en lo que te gustaba hacer y en los lugares que disfrutabas explorar. Reconecta con esas experiencias y considera cómo puedes incorporar elementos similares en tu vida actual.
Permítete ser espontáne@: A menudo, como adultos, estamos atrapados en horarios y rutinas. Date la oportunidad de desviarte de vez en cuando y seguir tus impulsos espontáneos. Salta en los charcos, juega en el parque o simplemente ríete sin ninguna razón en particular.
Nutre tu imaginación: La imaginación es una parte crucial del mundo de los niños. Lee libros de ficción, mira películas o programas que despierten tu imaginación. También puedes probar actividades como escribir historias cortas o crear arte para explorar tu lado imaginativo.
Mímate a ti mism@: Trátate con amor y cuidado. Haz cosas que te hagan sentir bien, como tomar un baño relajante, o abrazar a un peluche. Concédete premios por las pequeñas cosas bien hechas. Siente y experimenta la alegría y la comodidad que solías obtener de cosas simples en tu tierna infancia.
Ahora bien, conectarte con “tu niñ@ interior” es un proceso individual y único para cada persona. No existen reglas estrictas, y lo más importante es que te diviertas y te sientas bien interiormente mientras exploras esta parte especial de ti.
También resulta importante mencionar que el concepto “tu niñ@ interior” no es un término médico o científico formal, sino más bien una metáfora y una herramienta útil en algunos enfoques de la psicología y la terapia. Si sientes que conectar con “tu niñ@ interior” podría ser beneficioso para ti, te recomendaría hablar con un profesional de la salud mental cualificado que pueda guiarte en este proceso y brindarte el apoyo adecuado.
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